jueves, 24 de abril de 2014

"La escuela modo de empleo: de los métodos activos a la pedogagía diferenciada"



En el presente ensayo se pretende dar a conocer la lectura de Philippe Meirieu “La escuela modo de empleo: de los métodos activos a la pedagogía diferenciada” donde me apoyo de algunos puntos literales de la lectura para partir de ellas y comenzar las mías propias. Se presenta la reflexión de la lectura, así como la conclusión de esta.
DIFERENCIAR LA PEDAGOGIA:
¿ES DESEABLE?, ¿ES POSIBLE?
El uso excesivo de un método que favorezca el aprendizaje de los alumnos, en la cual se tome en cuenta sus habilidades, personalidad del alumno  etc. puede contribuir al conocimiento de los educandos, pero también puede haber desventajas en ellos, ya que puede llevar al  empobrecimiento de los saberes, debido a que el alumno se limita a lo que él puede hacer, al ritmo de trabajo en el que se puede desarrollar, de manera que al presentarles nuevos métodos se vuelva intolerables a ellos, sin darle la oportunidad de probar y conocer nuevas formas en las que pudiera aprender y desarrollar nuevas capacidades, donde sus áreas de oportunidad se conviertan en fortalezas. 
Cuando un método funciona en primer momento, no quiere decir que este será utilizado recurridamente ya que puede ser útil en una actividad o en un tema determinado, pero puede convertirse en una acción cotidiana que lleve al alumno a encerrarse y bloquear su progresión y acceso a nuevos métodos o estrategias. Cuando se habla de trabajar mediante las posibilidades del alumno.
Cuando un docente toma un modelo como único, por varias circunstancias como el dominar algún instrumento o acciones específicas, puede llevar al estancamiento de los conocimientos de los jóvenes. Se necesitan ofrecer al alumno una variedad de métodos y actividades para que estos sean innovadores y obtengan experiencias nuevas en las cuales puedan construir diferentes habilidades, ya que si siempre agregamos a los alumnos etiquetas nunca saldrá de su zona de confort y por lo tanto no podrá adquirir nuevos conocimientos y habilidades. Un ejemplo de ello es el siguiente:
El alumno tímido o que no domina el lenguaje corporal corre el riesgo de verse arrinconado a ejercicios, haciendo que no supere su bloqueo.
Hace falta alternar tiempos de aprendizaje diferenciados y momentos de recuperación en los que, apoyándose en las adquisiciones realizadas, se pueda garantizar la extensión de los procesos cognitivos de los alumnos.
Debemos cambiar roles, y permitir a los alumnos cambiarlos también, es decir no etiquetar a los alumno, que si uno alumnos continuamente termina sus actividades pronto no significa que nunca va a necesitar más tiempo para realizar alguna de ellas etc.
EVALUACION
Ha ocupado un lugar central y es el objetivo esencial de las preocupaciones de los alumnos.
Se ha estudiado a lo largo de la carrera que básicamente la evaluación se considera como un instrumento sancionador y calificador, en el cual el sujeto de la evaluación es el alumno y sólo el alumno.
El estudiante antes de emprender el aprendizaje, debería de establecer un primer diagnóstico interventoría, para cada alumno, sus recursos y sus necesidades den dos ámbitos…
Es decir que consiste en conocer lo que cada uno de los alumnos sabe, conoce y puede llegar a saber. Por lo tanto, la primera necesidad del docente es poder responder a las preguntas: ¿Qué saben los alumnos en relación a lo que les quiero enseñar? ¿Qué experiencias han tenido? ¿Qué son capaces de aprender? ¿Cuáles son sus intereses? ¿Cuáles son sus estilos de aprendizaje? Estas preguntas además de otras, son necesarias plantearse en todos los conocimientos que queremos plantear al alumno. Ha esto se le conoce como diagnóstico inicial, toma diferentes posturas, puede ser inicial al curso de manera escrita o al inicio de una secuencia, de esta manera podemos comprobar lo anterior mencionado.
Evaluación formativa
La evaluación formativa es simplemente el hecho de tomar regularmente el pulso de los alumnos en el trabajo y poder así intervenir al momento.
Con esta se puede observar los puntos donde el alumno tiene problemas, un bloqueo en su aprendizaje en los cuales se deben mejorar y conocer cuál es el método en el cual se puede intervenir.
Esta evaluación es importante en el proceso enseñanza-aprendizaje, pero no se debe dejar de lado la evaluación sumativa, esta se constituye en estimular y controlar el trabajo de los alumnos. El docente se convierte en un diagnosticador, en una persona que procura recursos y motiva.
Evaluación sumativa
Esta forma de evaluación  es exigida por la institución pero puede ser útil si se lleva a cabo eficazmente. Bastaría con que contenga criterios claros, que se distingan en la calificación diferentes exigencias y que cada una de las cuales sea objetivo de una evaluación particular.
Esta manifiesta el resultado de la trayectoria del alumno, lo que ha aprendido, el resultado final de un proceso y a partir de esto conocer lo que falta por hacer o reafirmar.
La evaluación nos sirve para detectar donde el alumnos tiene áreas de oportunidad, una vez detectadas se pueden plantear propuestas para fortalecer estas deficiencias del alumno, proponiendo formas interesantes para que el joven pueda acercase a ellas, claro está que todos estas propuestas deben ser acompañadas con un dispositivo pedagógico.
Se puede evaluar de diversas maneras, no únicamente con un examen escrito, si no con un cuestionario, una frase a  complementar, una ficha, el uso del interrogatorio, etc.
CONCLUSIÓN
En conclusión estos conceptos citados como previsión, ejecución, revisión, supervisión, evaluación, rediseño, corrección, diseño, enseñanza, aprendizaje entre otros, son términos que van ligados para obtener un propósito, llegar a un objetivo que es bridar una educación de calidad logrando el aprendizaje de los jóvenes para que puedan hacer uso de estos, en la práctica.
Una educación centrada en el alumno nunca es una posición contrapuesta o excluyente, sino sumatoria. Una educación centrada exclusivamente en la lógica disciplinar puede no contemplar las necesidades formativas generales del alumno, pero en el caso contrario, una educación centrada en el alumno no puede prescindir de la enseñanza de los contenidos disciplinares.
El docente debe identificar los puntos débiles y fuertes del alumno para de esta manera comenzar a implementar y proponer ejercicios diferentes. Donde el maestro juega un papel importante no solamente para sancionar al alumno si no para hacerlo progresar.
Así mismo es posible emplear diferentes formas y métodos de enseñanza y están serán comprobadas al momento de realizar la práctica educativa.
Bibliografía
Meirieu, Philippe (1997) “Diferenciar la pedagogía” ¿es deseable?, ¿es posible?”, en La escuela, modo de empleo. De los “métodos activos” a la pedagogía diferenciada, José Ma. Cuenca Flores (trad.), Barcelona, Octaedro(Recursos, 17), pp.137-149.

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